La cuaresma

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.

El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.

Actitud positiva ante una situación negativa

En la vida siempre se nos presentan situaciones complicadas pero ¿ como se puede disfrutar de estas situaciones ? ¿Es algo loco lo que estoy diciendo no ? La respuesta es no, suena algo loco pero no pero la respuesta para poder convertir esta situación en algo bueno tiene que ver con 2 palabras que son reto, falla y aprendizaje.

Cada situación difícil es un reto a pasar así como cuando tu amigo te dice que no puede saltar muy alto y sin hacerlo alguna otra vez lo haces, y te demuestras a ti mismo que puedes.

Y con esto viene la segunda y tercera palabra falla y aprendizaje, porque la realidad es que no se ganará siempre, pero si se puede hacer algo siempre que esa prender de cada error y fracaso para que esto se convierta en éxito, si lo haces 100 veces mal sabrás 100 veces como no hacerlo y 100 veces como hacerlo bien y mejor.